
Garcia declaró que cuando Trujillo la agarró por el brazo, tomó la manguera de gasolina y empezó a rociar al ladrón. La policía dijo que a pesar de ello Trujillo arrastró a Garcia varias yardas antes de rendirse porque ésta no soltaba el monedero.
La abuela dice que no se arrepiente de haber luchado. «Lo haría de nuevo. Si tengo la fuerza de la otra noche, pelearía otra vez», declaró.
Garcia narró que sufrió algunos golpes y arañazos, pero que por lo demás se encuentra bien. Trujillo y otros dos hombres que estaban en un coche fueron arrestados a 10 millas de la gasolinera, gracias a que los empleados de Smith’s había anotado la matrícula del vehículo.
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