
«Solía odiar profundamente mi cuerpo», declaró Kozakura, que ha protagonizado anuncios de televisión. «Pero fueron mis pechos lo que ganaron el juicio», añadió.
Kozakura, de 38 años, fue condenada el año pasado por destrucción de propiedad privada después de un hombre denunciase que había roto a patadas la puerta de madera de su dormitorio y entrado por el adujero, al parecer porque estaba con otra mujer. Kozakura declaró que era el hombre quien había hecho el agujero.
En su apelación, la defensa mostró una lámina para ilustrar el tamaño del agujero y sostuvo que Kozakura no podía entrar por él debido a sus 110 centímetros de busto. «Los jueces tuvieron muy buenos modales, pues no hicieron gesto alguno. Creo que están bien educados», dijo Kozakura.
El Tribunal Superior de Tokio, presidido por el juez Kunio Harada, acordó revocar el veredicto de culpabilidad, afirmando que a la vista de las pruebas presentadas había dudas razonables sobre el relato del hombre.
La cadena de televisión Asahi ha invitado a Kozakura a demostrar ante las camaras que no cabe por el agujero.
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