
El alcalde pagó 10 $ para que el administrador de distrito Terence Wall contratase un servicio de llamadas telefónicas automáticas pidiendo a los 8500 votantes registrados de la ciudad ayuda para encontrar a su gato perdido. Massa ofrecía una recompensa de 500 $, y más de 200 vecinos respondieron la llamada. Su esposa Val pasó un día entero atendiéndolas, e incluso acudió a cuatro lugares donde sendos testigos declararon haber visto a Max.
También recibió mensajes de gente que decía que estaba rezando por el pronto regreso del gato, y de otra que declaraba haber estado en una situación parecida. «Le decía a la gente que no habría atraído tanta publicidad si hubiese abofeteado a un policía», declaró Val, ufana.
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