Un frutero británico ha recibido la prohibición de comercializar un lote de kiwis porque eran 1 mm menores del mínimo fijado por la normativa de la UE. Los inspectores alimentarios dijero a Tim Down, de 53 años, que ni siquiera se le permitía donar la fruta, que está en perfecto estado. Down se ve así obligado a destruir los 5000 kiwis, lo que le supondrá unas pérdidas de 1000 £.
Down declaró desde el punto que ha regentando durante 20 años en Bristol: «Es una estupidez integral. El trabajo ya es lo bastante duro para ganarse la vida sin todos estos burócratas diciendo que puede venderse y qué no. Está diciendo que soy un delincuente por vender esta fruta, pero el auténtico crimen es que toda ella irá a la basura porque son 1 mm demasiado pequeña. Es un desperdicio horrible, especialmente cuando todos estamos sintiendo los aprietos de los elevados precios.»
El caso surge solo dos semanas después de que la Comisión Europea dice que quiere relajar las normas sobre la fruta y verdura que no supera los controles, lo que podría significar el final de las escandalosas prohibiciones sobre plátanos rectos, pepinos curvos y zanahorias esmirriadas. Pero esto supondrá poco consuelo para Down mientras tanto.
La semana pasada, pidió 75 cajas de kiwis chilenos a un importador de Kent, pagando 525 £ por el lote de 12.000 frutas. Puso a la venta los kiwis a 20 peniques la unidad en su puesto del centro de Bristol. Down vendió 44 cajas y esperaba lograr beneficio de los 5000 kiwis restantes, pero recibió antes una visita de los inspectores de la Agencia de Pagos Rurales, perteneciente al Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntor Rurales.
Los inspectores realizaron una revisión aleatoria para ver si los productos de Down cumplían las estrictas leyes europeas. Esta regulación establece que los kiwis de Clase II deben pesar un mínimo de 62 g, pero la inspección de dos horas reveló que varios del lote pesaban 58 g. Down dijo que, en efecto, esto significa que eran aproximadamente 1 mm de diámtro demasiado pequeños, por lo que venderlos o donarlos acarrea una multa de hasta 5000 £.
La Agencia de Pagos Rurales insiste que las reglas están para asegurar la calidad y la uniformidad. Barrie Stedman, jefe de los inspectores de la agencia, declaró: «Desafortunadamente los kiwis examinados en cuestión no alcanzaban los estándares mínimos para ser puestos a la venta, contraviniendo la normativa europea. Se ofrecieron al comerciante varias opciones, incluyendo la devolución de la fruta al importador.»
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