Un tribunal de Düsseldorf prohíbe la libre circulación de bicis cerveceras

Ahora necesitarán un permiso especial, porque se consideran peligrosas. Para el resto de vehículos. | Guardian.

Se han convertido en parte imprescindible de despedidas de soltero, permitiendo a los juerguistas beber y visitar las atracciones turísticas de una ciudad al mismo tiempo, pero un tribunal alemán ha puesto freno a las llamadas «bicis cerveceras», al considerarlas un peligro y una molestia para los demás usuarios de las vías públicas.

El bizarro engendro procede de los Países Bajos pero han tenido especial éxito en Alemania, donde se encuentran en 34 ciudades diferentes. Las bicis cerveceras, también conocidas como «bares a pedales» o «mesas de conferencia móviles», permiten a hasta 16 bebedores sentarse alrededor de una mesa con barriles de cerveza, servirse su propia bebida y escuchar música mientras pedalean por la ciudad. El vehículo es conducido por un empleado que no bebe. Más de la mitad de los usuarios las alquilan lo hacen para despedidas de soltero.

El tribunal de Düsseldorf ha decretado la prohibición de este invento a raíz de las quejas de otros conductores, que afirman que provocan atascos de tráfico, especialmente cuando el trayecto es largo, los ciclistas beben más y reducen su cadencia de pedaleo.

La sentencia implica que la empresa propietaria, BierBike, tiene que solicitar un permiso especial para usar las bicis, pero es improbable que le sea concedido. BierBike afirma que apelará, ya que su gerente, Udo Klemt, afirma que la sentencia destruiría una «historia de éxito puro». Las bicis han sido alquiladas más de 150.000 veces este año.

Klemt, que empezó su empresa con un ex jugador olímpico de water polo tras encontrar un fabricante holandés para las bicis, insiste es que nunca han provocado accidentes en Alemania, y que los conductores nunca beben.

Las bicis cerveceras son especialmente populares los fines de semanas y los días de fiestas. Se restringe el consumo de los ciclistas a un máximo de 10 litros de cerveza a la hora, con pausas regulares para ir al baño programadas en el itinerario. Quienes orinan en público se arriesgan a una multa de 250 €.