El Tribunal Constitucional de Tailandia halló culpable al primer ministro Samak Sundarajev de violar la Constitución al presentar un programa de cocina por televisión tras asumir el cargo. La sentencia obliga a Samak a renunciar a la jefatura de gobierno, aunque la Carta Magna le permite recuperarla si el Parlamento vota a favor de su reinstalación.«El primer ministro debe abandonar su cargo, y el mandato del gabinete también ha expirado aunque deberá permanecer como gobierno en funciones hasta que haya un nuevo primer ministro y gabinete», dijo en Bangkok el juez constitucional Chat Chawakorn.
Los nueve jueces del tribunal votaron unánimemente en contra de Sundaravej, de 73 años, que ejercía la jefatura de gobierno desde el 6 de febrero. Sundaravej, que lucha por su supervivencia política ante las multitudinarias protestas que exigen su dimisión, aseguró ayer que no violó la Constitución al seguir presentando un programa de cocina en televisión tras asumir el cargo, como sostienen las acusaciones.
Un grupo de senadores acusó a Sundaravej en mayo por mantener su trabajo como presentador de televisión tras haber asumido la jefatura de gobierno a principios de febrero. La Constitución tailandesa de 2007 prohíbe a funcionarios electos tener un segundo trabajo mientras ejercen un cargo público, para evitar conflictos de intereses.
Sundaravej compareció ante el Tribunal Constitucional para rebatir los cargos: «Consulté con abogados tras convertirme en primer ministro, y todos coincidieron en que no violaba la Constitución si no era empleado regular de una empresa», explicó al tribunal. El mandatario agregó que sólo había presentado el programa en pocas ocasiones tras asumir el cargo y que no había actuado como contratado, sino de forma independiente. «Lo hice porque me gustaba», justificó. «Fui el primer chef televisivo que cocinó en medio del mercado, y la comida era deliciosa», agregó.
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