Miles de ciudadanos acudieron a los templos para rezar y ayunar. | News.com.au.
Una adolescente del centro de la India se suicidó el miércoles tras quedar traumatizada por las noticias de que un experimiento europeo sobre el Big Bang podría provocar el fin del mundo, según dijo su padre.
La joven, de 16 años de edad y oriunda del estado de Madhya Pradesh, bebió pesticida y falleció a pesar de ser trasladada al hospital, según fuentes policiales.
Su padre, identificado en la televisión local como Biharilal, dijo que su hija, Chayya, se suicidó tras ver las predicciones de apocalipsis hechas en los programas de noticias indios.
«En los últimos dos días, Chayya había preguntado, a mí y a otros familiares, sobre si el mundo se acabaría el 10 de septiembre», dijo Biharilal. «Intentamos distraer su atención y le dijimos que no se preocupase de esas cosas, con poco éxito.»
En los dos últimos días, muchos canales de noticias indios emitieron debates en los que se hacía predicciones apocalípticas sobre el enorme colisionador de partículas enterrado bajo la frontera francosuiza. El articulo, llamado Large Hadron Collider (LHC), fue encendido el miércoles, dando inicio a lo que los expertos llaman el mayor experimento científico de la historia de la humanidad.
La máquina hace chocar partículas para recrear, a pequeña escala, las condiciones que se dieron en el Big Bang que creó el universo. Destacados científicos e investigadores del CERN declararon que el experimento era seguro, rechazando como «pura ficción» las predicciones apocalípticas respecto a que podría crearse antimateria o agujeros negros.
Pero en sociedades profundamente religiosas y supersticiosas como la India, los miedos sobre el experimento y los pequeños riesgos inherentes se extendieron rápidamente por los medios de comunicación.
En el este del país, miles de personas corrieron a los templos para rezar y ayunar mientras otros saboreaban sus comidas favoritas en previsión de que el mundo se acabase. «Ayer había mil devotos más que cualquier día normal», dijo Benudhara Sahu, un funcionario de un templo en el estado de Orisa.
Muchas mujeres y niños acudieron a los templos e hicieron ayuno mientras rezaban por su liberación, según declararon funcionarios y testigos. Las garantías sobre que nada ocurriría dadas por científicos y medios de comunicación no valían nada para amas de casa como Rukmini Moharana. «Visité el templo y oré», dijo. «Estoy ayunando por seguridad, ya que solo dios puede salvarnos.»
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