17 de enero de 2009

Una estríper actuó en la cárcel de Picasent ante más de 200 presos

Se cubrió el cuerpo con leche condensada y efectuó tocamientos a los reos. | El Mundo.

El 2 de enero de 2009 será recordado durante años en la cárcel de Picasent (Valencia) como el día en el que una estríper ofreció un espectáculo erótico en este recinto penitenciario ante más de 200 presos de los módulos 8 y 10 de la Unidad de Cumplimiento, entre ellos varios condenados por abusos sexuales y violencia de género.

El sindicato de funcionarios de prisiones Acaip no sale de su asombro. Según los testimonios recogidos, en el acto (uno de los muchos programados en estas fechas) actuaron cuatro grupos musicales por espacio de 50 minutos. El colofón incluía una estríper que caldeó el ambiente.

Al parecer, la mujer, ya completamente desnuda, comenzó a embadurnarse el cuerpo con leche condensada. La joven, que no rehuyó el contacto físico, se acercó a los internos para que pudieran frotarse contra ella e incluso tocó los genitales de algunos reos. Según Acaip, llegó a introducir un vibrador en la boca de, al menos, uno de ellos.

Ante tal sucesión de acontecimientos, la tensión entre el público fue incrementándose. Sin embargo, desde el sindicato se indica que no llegó a producirse ningún incidente de mayor gravedad.

No obstante, varias funcionarias presentes en el acto abandonaron el recinto al sentirse «degradadas». Fuentes de esta organización aseguran que alguna de ellas llegó a temer incluso por su integridad, puesto que varios presos de los citados módulos cumplen condena por abusos sexuales.

El director de la prisión, Ramón Cánovas, ha asumido hasta el momento toda la responsabilidad. Según Acaip, el pasado viernes admitió, tras entrevistarse con representantes de los funcionarios, que fue él mismo quien autorizó el acto. Sin embargo, el sindicato critica que la subdirectora de Tratamiento del centro, presente durante la celebración del espectáculo, no lo interrumpiera de inmediato.

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias ha manifestado su rechazo a pesar de que este tipo de espectáculos eróticos no está prohibido expresamente en el reglamento interno de las prisiones. Por ello, ha solicitado un informe a Cánovas para que explique si conocía que iba a tener lugar el estriptís y averigüe si alguna de las personas allí presentes se sintió ofendida.

En los mismos términos, el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, ha garantizado que no volverán a producirse estas actuaciones en el centro penitenciario, aunque ha asegurado que estos hechos concretos «no estaban en las previsiones» del programa de actos navideños. En su opinión, el espectáculo erótico «no ha tenido ninguna trascendencia real» ni «ha alterado en absoluto la normalidad del centro» cuando las autoridades se han enterado del hecho «dos semanas después».

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