28 de junio de 2008

Piden tres años de cárcel por grabar a la suegra mientras hacía sus necesidades en el baño

Además, su mujer se divorció de él. | La Sexta Noticias.

El Juzgado Penal número 11 de Barcelona juzga a un hombre acusado de grabar a su suegra haciendo sus necesidades en el baño de su casa en Corbera de Llobregat. La Fiscalía pide que se lo condene a tres años de prisión por un delito contra la intimidad y a pagar 5760 €.

El procesado, Enrique C.V., explicó que en enero o febrero de 2006 estaba haciendo la instalación eléctrica del baño —la casa, en la urbanización Armengol, aún estaba en construcción—, cuando se le ocurrió instalar una cámara oculta para conocer el funcionamiento de ésta, por «curiosidad».

El imputado colocó una videocámara doméstica en una caja de cartón con un agujero que a su vez puso encima de un taburete que estaba en el plato de ducha. Justo cuando acabó de enfocar el objetivo, su mujer, Mónica A.M., y la madre de ésta, Ana María M.V., llegaron a la vivienda y le pidieron que las ayudara a descargar el coche.

Enrique C.V. aseguró a la magistrada que, al no esperar la llegada de su familia, se quedó «sorprendido» y no supo reaccionar, por lo que salió del cuarto de baño dejando la cámara conectada.

Minutos después, su suegra se dirigió al servicio y el acusado sólo atinó a decirle que había «cables sueltos», pero la advertencia no fue lo «suficientemente explícita» para evitar que entrara e hiciera sus necesidades, que quedaron grabadas.

Una vez salió la mujer, Enrique C.V. entró de nuevo en el cuarto de baño y retiró la cinta de la cámara y la escondió en su mesita de noche para «destruirla» posteriormente, aunque reconoció que después se olvidó «completamente» de ella.

Su esposa encontró la cinta poco después y explicó a la magistrada que la colocó en la videocámara y vio las imágenes en las que aparecían su marido comprobando varias veces que el retrete apareciera enfocado, y su madre haciendo sus necesidades.

Las dos mujeres fueron a buscar a una familiar para que las ayudara a buscar algún posible archivo del mismo tipo en el ordenador de Enrique C.V. y hallaron una serie de fotografías —fotogramas de la cinta— en las que aparecía Ana María M.V. en el baño. La pareja se divorció tras el incidente.

El acusado aseguró en reiteradas ocasiones que su intención no era grabar a su suegra, que sólo colocó la cámara por curiosidad y que si dejó la cámara encendida fue porque «estaba al borde de un ataque de pánico» al verse sorprendido por la llegada de su familia. Además, negó haber copiado el vídeo en su ordenador.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la intimidad, por el que pide que se condene a Enrique C.V. a tres años de prisión, a una multa de 4860 € y a indemnizar a su suegra con 900 €.

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