23 de septiembre de 2008

Oleada de divorcios en el mundo árabe por un culebrón turco

Se ha prohibido acudir a las mezquitas con camisetas que lleven fotos de los actores. | El Mundo.

El culebrón turco Noor, que desde hace semanas se ha convertido en un fenómeno mediático en todo el mundo árabe, ha provocado una ola de divorcios en la región.

El fenómeno es tal que los medios de comunicación locales no cesan de recoger casos de separaciones provocadas por las fantasías eróticas que parece suscita el modelo y actor turco Tatlitug entre la población femenina. El asunto ha inspirado editoriales y hasta viñetas como la que recoge a un árabe que intenta detener a su esposa cuando esta se dispone a entrar en el tribunal para exigir la separación.

Emitida en todos los países de la zona a través de las emisiones vía satélite del canal saudí MBC, Noor relata las desventuras sentimentales de la protagonista que da nombre a la serie (la actriz turca Songul Oden) para intentar ganarse el amor de Muhannad, con el que se casó en un matrimonio forzado. El éxito de Noor se suma al que también han conseguido títulos como Los años perdidos o Ramo de Flores, cuya irrupción en el mercado árabe amenaza con poner en peligro la hegemonía que mantenían en este sector los culebrones mexicanos, egipcios y libaneses.

Según el periódico saudí Al Yaum, la producción turca ha revelado una nueva actitud entre las hasta ahora sometidas mujeres de la península arábiga, que han comenzado a exigir a sus maridos que introduzcan en sus vidas la «pasión turca» que ven en la pequeña pantalla.

El resultado no se traduce sólo en una multiplicación de separaciones sino también en un incremento del turismo árabe hacia Turquía, como confirmaba Al Yaum, o en problemáticas más de índole filosófica como aquella que ha propiciado un predicador de Aleppo, en Siria.

El jeque Hamdi Kano Al-Makjzoumi lanzó recientemente una fetua en la que denunciaba la proliferación de devotos que acuden a los templos ataviados con camisetas de los actores turcos y dijo que están infringiendo la normativa islámica.

«Según la fetua las fotos en las camisetas están prohibidas en el Islam porque distraen a los que rezan y contradicen la santidad del ritual, especialmente las que muestran mujeres conocidas por su inmoralidad, que aparecen sin velo o en brazos de otros hombres. Makhzoumi dijo que esas fotos hacían huir a los ángeles de la mezquita. Incitan al vicio», advertía la emisora Al Arabiya.

«¡Um-Mahjoob (“Um” es el apelativo común para cualquier madre árabe), por favor, no te divorcies! ¡Haré lo que me pidas!... ¡Mañana me opero la nariz para parecerme a los de la tele!», grita el desolado consorte en una viñeta publicada en la prensa local. El guiño humorístico está inspirado en el caso real de una señora de Bahréin que le dio una semana a su pareja para que se pareciera a Tatlitug.

En Jordania, un sufrido marido decidió divorciarse de su esposa cuando descubrió que ésta había colocado en su teléfono la foto de Kivanc Tatlitug, protagonista del culebrón.

Un periódico saudí citaba a vecinos de otra pareja que explicaron cómo el matrimonio se quebró definitivamente justo cuando ambos veían un capítulo. En medio de una monumental algarada, la mujer le espetó: «Quiero dormir una noche con Muhannad [nombre del personaje de Tatlitug] y después morirme.»

Otro ciudadano saudí descubrió que su cónyuge había sustituido su foto de la pared del dormitorio por la de Muhannad, y solicitó el divorcio.

El fulgurante éxito de las producciones turcas se explica en parte por el enorme coste que suponen ahora sus homólogas árabes a causa de los salarios que se han atribuido las estrellas locales, en especial las actrices libanesas y egipcias.

«Estoy lanzando un mensaje muy directo a los productores árabes: si insisten en exagerar los precios MBC buscará sustitutos. La audiencia de Los años perdidos es mayor que la de las series egipcias, que se producen por puro interés comercial, se escriben y se graban de forma apresurada y todo ello afecta a su calidad. Las series turcas tienen una trama muy bien construida y atraen a la audiencia», había advertido en mayo Walid al-Ibrahim, director de la compañía saudí MBC.

No hay comentarios: