29 de marzo de 2008

Condenado por meter a su hija en el microondas tras ser poseído por Satán

El fabricante deberá indemnizar por omitir en el manual que el horno no era apto para humanos. | MSNBC, Dallas News, CBS News.

Joshua Mauldin, de 20 años y oriundo de Warren (Arkansas), ha sido condenado a 25 años de prisión y al pago de una multa de 10.000 $ por quemar a su hija de 2 meses en el microondas de un motel. Tras los hechos, la madre del bebé culpó al diablo de lo ocurrido, afirmando que Satán obligó a su marido a meterla en el microondas. Al parecer, el demonio «veía a su marido como una amenaza» debido a sus esfuerzos por hacerse predicador, según declaró a la cadena de televisión KHOU.

«Él nunca haría nada que pudiera herirla», afirmó, sin rendirse a la evidencia. «Satán estaba aprovechando sus debilidades.» Eve Marie dijo, tras hablar con su abogado, que su marido sufría una incapacidad mental y que sus esfuerzos por procurarle asistencia habían fracasado, si bien se negó a testificar. El jurado, que necesitó más de 6 horas de deliberación, rechazó las alegaciones de que estaba loco en el momento de los hechos.

Mauldin afirmó que empezó a alucinar cuando se quedó solo con su hija en la habitación de un motel de Galveston (Texas), ciudad a la que había acudido con su familia para ordenarse sacerdote, sintiendo como si le subiera barro por el cuerpo y le consumiera. Golpeó a su hija y la metió en la caja fuerte, en el frigorífico y finalmente en el microondas, que conectó unos 20 segundos. Fuentes policiales afirman que cuando llamó a emergencias Mauldin dijo que el bebé sufría quemaduras solares, y que luego cambió la historia a que se le había derramado agua hirviendo cuando intentaba hacer café porque estaba estresado.

La pequeña Ana sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en cara, manos y hombros. Los médicos del Hospital de Quemados Shriners le realizaron dos injertos de piel y la amputación parcial de la oreja izquierda. Afortunadamente, bebé no sufrió heridas internas. Tras ser dada de alta fue entregada en adopción.

La fiscal del condado, Xochitl Vandiver, había solicitado la cadena perpetua, pero se mostró satisfecha con la sentencia. «Creo que Ana será más que adulta cuando su padre salga de prisión», manifestó. Vandiver dijo que Mauldin hirió a su hija porque estaba enfadado por su infeliz matrimonio, y que tenía antecedentes de violencia y de mentir sobre su estado mental para resolver sus problemas. En efecto, el condenado había sido anteriormente acusado de robar la pistola a su niñera cuando tenía 13 años, quemar su casillero escolar en 10.º curso y violar a su luego esposa Eve. También fue expulsado del ejército tras un juicio militar por robar un ordenador portátil.

El abogado de Mauldin, Sam Cammack III, había pedido al jurado que considerase la larga historia de problemas mentales de su cliente y le concediese la libertad bajo fianza para que pudiera ser tratado en un hospital. «No va a tener el tratamiento para su enfermedad mental en prisión», dijo. Durante el juicio, Cammack sugirió que su cliente había sufrido una experiencia extracorporal cuando hirió a su hija.

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