Fuentes policiales descartan intervenir por el momento. | La Jornada.
Unos 800 jóvenes pertenecientes a tribus urbanas, como punks, metaleros, bandas oscuras y skaceros agredieron a jóvenes del movimiento emo —identificados porque su filosofía es actuar conforme a sus emociones y sentimientos—, con el objetivo de impedirles reunirse en una plaza del centro histórico de Querétaro, donde se ubican los edificios de los tres poderes del estado.
Los jóvenes emos habían sido convocados por desconocidos mediante correos electrónicos y panfletos distribuidos en las instituciones educativas. Al parecer, ninguno de ellos sospechó que pudiera tratarse de una emboscada. Cherry, una adolescente del movimiento emo, señaló que las demás tribus urbanas están en desacuerdo con su estilo musical, que es una mezcla de las tendencias de las otras agrupaciones. «Toda esa generación de los darks y punks están enojados con los emos pues dicen que somos su copia», expresó.
En imágenes de vídeos distribuidos por Internet se observa a los jóvenes coreando graves insultos, como «pinches emos» y el que «no brinque es emo». Un joven de este grupo fue golpeado por decenas de integrantes de las otras tribus urbanas, pero dos ciudadanos evitaron que prosiguiera la agresión, lo abrazaron y lograron que no fuera lesionado de gravedad. El tumulto se dispersó cerca de las 10 de la noche, hora de apertura del botellódromo municipal.
Saúl Alcántara Obregón, director de la Guardia Municipal, dijo que «este es un hecho inédito, dado que la capital del estado, declarada Patrimonio de la Humanidad, se ha distinguido por su tranquilidad y paz social.» Fueron detenidos 22 menores de edad, que pasaron a disposición del juzgado cívico, así como seis adultos que fueron trasladados al Anatómico Forense para realizarles pruebas psicológicas.
La autoridad municipal aseguró que se tienen vídeos en los que se muestran algunas agresiones entre los grupos, por lo que se mantuvo la presencia policial para disuadir a los jóvenes que escandalizaban en la vía pública. Se descarta la implicación del gremio de peluqueros en los sucesos.
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