Edward Smith, que vive con su actual «novia» (un Escarabajo blanco llamado Vainilla), insistió tras reconocer que ha tenido sexo con 1000 coches en que no está «enfermo» ni tiene ganas de cambiar su forma de vida.«Aprecio la belleza y voy un poco más allá al apreciar la belleza de un coche, solo hasta el punto de sentir que es una expresión de amor», dijo. «Quizá esté un poco chiflado, pero cuando veo películas como Herbie o El coche fantástico, donde los coches se convierten en personajes adorables, me siento maravilloso.»
«Soy un romántico. Escribo poesía sobre coches, les canto canciones y les hablo como a una novia. Sé lo que siento en mi corazón y no tengo deseos de cambiar. No estoy enfermo y no deseo hacer daño a nadie, es solo que los coches son mi preferencia», añadió.
Smith, de 57 años, tuvo sexo por primera vez con un coche a la edad de 15 años, y afirma que nunca se ha sentido atraido por mujeres ni hombres. «En lo que respecta a las mujeres, nunca me han interesado demasiado. Y no soy gay.» Su última relación con una mujer fue hace 12 años, y no fue capaz de consumarla, aunque había mantenido relaciones con chicas en su juventud. Sin embargo, sus ojos han ido más allá de los coches, hasta otro vehículos. Dice que su experiencia sexual más intensa fue «hacer el amor» al helicóptero de la serie de televisión de los 80 Airwolf.
Además de con Vainilla, Smith suele pasar su tiempo con otros vehículos: un Opel GT del 73 llamado Canela y un Ford Ranger Splash del 93 llamado Jengibre. Antes de Vainilla, mantuvo una relación de cinco años con Victoria, un Escarabajo de 1969 que compró a una familia de Testigos de Jehová. Pero confiesa que muchos de los coches con los que ha tenido sexo pertenecían a extraños o eran modelos de exposición.
Smith, residente en el estado de Washington (EE.UU.), mantuvo en secreto su fetichismo durante años, pero accedió a ser entrevistado para un documental del Canal Cinco sobre «mecafilia», donde aparece reuniéndose con otros entusiastas en un rally en California.
Sobre cómo se desarrollo su inusual pasión, Smith explicó: «Es algo que creció como parte de mí cuando era un niño y no podría librarme de ello. Simplemente adoraba los coches bonitos desde el principio, pero con los años se hizo más fuerte, cuando llegué a la adolescencia y empecé a sentir deseos sexuales. Cuando tenía 13 años y salió el famoso Corvette Stingray, era puro sexo y una máquina increíble. Lo quería.»
«No me entendía del todo salvo en que sé que no hago daño a nadie y no pretendo hacerlo. Hay momentos en mitad de ninguna parte cuando veo un coche pequeño aparcado y juro que necesita amor. Ha habido algunos coches que me han atraído, y he esperado a que se hiciera de noche para acercarme a ellos para abrazarlos y besarlos.»
Ahora Smith forma parte de una comunidad global de más de 500 «amantes de coches» reunidos gracias a Internet.
1 comentario:
¡Yo que creía que quería demasiado a mi perro!
Me gusta tu blog :)
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