Su afección le impide conducir. | Telegraph.
Christopher Sands, de 24 años, ha estado sufriendo un extraño ataque desde hace 15 meses, que le hace hipar cada dos segundos durante hasta 12 horas al día. Calcula que ha hipado cerca de 10 millones de veces, incluso durante el sueño.
Sands ha depositado sus esperanzas en la cirugía laparoscópica para reparar los daños en la válvula estomacal, que es lo que los médicos creen que le provoca el reflujo ácido que genera su ardor de estómago crónico y le hace hipar. La cirugía parece ser el último recurso para este hombre, que ya ha probado todos los remedios habituales, desde comer miel colgado boca abajo hasta una cámara hiperbárica, pasando por la hipnosis, el reiki y los tratamientos ayurvédicos.
Sands es un cantante de acompañamiento profesional y guitarrista en una banda, pero ahora no puede trabajar debido a que reside en mitad del campo en Lincolnshire y no le es posible conducir por el hipo. «Ni siquiera puedo jugar a juegos de conducir en la PlayStation», explica. «Me doy contra las paredes todo el tiempo, por lo que no me atrevo a ponerme al volante. Además, estoy completamente cansado todo el tiempo. Tras unas 12 horas los hipidos paran un momento y entonces puedo dormir, pero he perdido la cuenta de las noches insomnes y nunca puedo comer lo suficiente como para reponer energías.»
Los hipidos también le dificultan mantener relaciones sociales, tocar música y retener la comida, y a menudo se marea al menos dos veces al día. Sands explica: «No me preocupé mucho al principio. No creía que no pararía. Ahora me pregunto si estaré así para siempre. Es agotador: me siento como un zombi.»
El estadounidense Charles Osborne, de Anthon (Iowa), ostenta el récord del ataque de hipo más largo, que le duró 68 años, de 1922 a 199o.
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