17 de abril de 2008

China prepara a sus azafatas olímpicas

Las candidatas no pueden estar tatuadas, llevar pendientes ni tener traseros grandes. | Telegraph.

China a presentado ante la prensa a algunas de las muchachas candidatas a convertirse en azafatas de los próximos Juegos Olímpicos de Verano, que se preparan en la escula vocacional de Changping, al norte de la capital y serán seleccionadas por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Pekín.

La determinación de las autoridades por asegurar la perfección de cada detalle de los Juegos, en los que han puesto su propia reputación y la del país, resulta obvia. Todas miden aproximadamente lo mismo (entre 1,70 y 1,75 m), pesan un máximo de 55 kg, son guapas y tienen un «buen físico», algo que la prensa local se ha apresurado a informar como una prohibición a los traseros grandes.

Las 32 candidatas elegidas para desfilar ante la prensa en el gimnasio de la escuela, todas entre 16 y 19 años, lo hicieron al compás, portando algunas de ellas bandejas de prácticas con botellas de agua, y realizando a veces al unísono elaborados gestos destinados a dirigir a sus asientos al imaginario público. Se arrodillaron juntas (con las rodillas dispuestas exactamente como se ordenó), saludaron juntas y, al estilo de las escuelas inglesas decimonónicas, mostraron su porte permaneciendo quietas cinco minutos con libros sobre sus cabezas y sujetanto una hoja de papel entre sus rodillas.

Su instructora las revisón, rectificando hombros y estómagos, y asegurando que mantuvieran una sonrisa permanente. «Sonreíd y demostraréis vuestra confianza y sentido de la armonía interna», les dijo, con un relajante fondo musical de Enya. «Practicamos tres horas al día», dijo Wang Hong, de 17 años, quien comentó las demás clases en las que emplean el resto del día.

Se espera de ellas que sonrían continuamente, mostrando siempre que sea posible de seis a ocho dientes, algo posible gracias a las prácticas que realizan poniéndose palillos atravesados en la boca. Wang dijo que el entrenamiento no era excesivamente agotador. «El problema principal es que por la noche me duelen los músculos de la cara», explicó.

Yang Tiantian, de 17 años, cree que lo único importante es la oportunidad de honrar a su país y a sí misma trabajando bien. Tiantian desea desesperadamente ser una de las elegidas y portar las medallas en las ceremonias de entrega, una tarea reservada una pequeña élite. «Ése es mi sueño», dijo.

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