17 de abril de 2008

Trece malagueños viajan al Sahara en Mobylette

Fueron recibidos (a su vuelta) por el alcalde de Benalmádena. | SUR.

Un grupo de trece amantes de los viejos ciclomotores Mobylette, de 49 centímetros cúbicos, ha culminado la hazaña de completar los 1800 kilómetros que van desde Benalmádena (Málaga) al desierto del Sahara, en un viaje plagado de incidencias.

Francisco Martín, uno de estos aventureros, explicó que hicieron 906 kilómetros hasta su meta, el pueblo de Merzouga, con más de veinte kilómetros de dunas del Sahara marroquí al que hasta hace poco había que llegar en vehículos de tracción 4x4, y su ruta no ha estado exenta de peripecias, ya que llegaron con dos de estas ciclomotores remolcados con cuerdas por dos de los que tienen más fuerza.

Aunque pueden alcanzar a los 50 o 55 kilómetros por hora, en su reto están manteniendo una velocidad media de 35 a 40 kilómetros por hora por las pronunciadas cuestas de la cordillera Atlas. La media diaria recorrida es de 220 kilómetros y de noche no circulan porque sus motos tienen poca luz y tienen que pasar por carreteras secundarias. «Estamos haciendo muchos kilómetros al día, los que las motos nos permiten», comentó Virgilio Trujillo.

El alcalde de Benalmádena, Javier Carnero, recibió al grupo de motoristas que realizaron la travesía Benalmádena-Sahara en Mobylette y les agradeció haber llevado el nombre de la localidad en esta aventura.

La idea se fraguó en el bar Los Leones, «sólo por el gusto de vivir una gran aventura». Al principio parecía una locura, pero poco a poco fue cogiendo forma. ¿Y por qué Marruecos? Pues porque, según Juan González, «en ese país es mucho más fácil que en España conseguir piezas de recambio para este modelo de moto en caso de avería». Normalmente las suele encontrar por Internet, aunque es difícil porque los dueños de Mobylette son reacios a la hora de venderlas. Por eso, algunos han tenido que fabricarse hasta los asientos.

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