8 de abril de 2008

La Conferencia Episcopal Española reforma el infierno y el purgatorio

Pasan de ser lugares a estados de ánimo. | El Periódico de Catalunya.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha suavizado, con el beneplácito del Vaticano, la descripción del infierno y la gravedad del pecado en el nuevo catecismo dirigido a los niños de 7 a 10 años que se hallan en la etapa de formación cristiana, a las puertas de recibir la primera comunión.

El infierno, a diferencia del texto antiguo, ya no es «un lugar donde los malos, apartados de Dios, sufren penas eternas», sino «el sufrimiento de los hombres que, después de la muerte, están separados de Dios para siempre». También se ha eliminado la clasificación que divide los pecados en mortales y veniales. Se habla de pecado sin más e incluso pecar ha pasado de ser «toda acción u omisión voluntaria contra la ley de Dios» a simplemente «decir no al amor de Dios, desobedeciendo sus mandamientos».

El nuevo texto, que lleva por título Jesús es el Señor, mantiene la existencia del purgatorio, pero ya no se trata de un espacio concreto de sufrimiento donde se purifican, antes de entrar en el cielo, los que mueren en gracia de Dios sin haber pagado por sus pecados. «Es el sufrimiento de los hombres que han muerto en paz con Dios, pero que tienen que ser purificados de sus pecados antes de participar en la felicidad del cielo», asegura la nueva publicación.

Javier Salinas, obispo de Tortosa y presidente de la subcomisión episcopal de catequesis de la CEE, explicó que se ha procurado cuidar el diseño y los elementos de representación pictórica, con el uso de un material «muy colorido y atractivo», teniendo sobre todo en cuenta que va dirigido a un público muy especial, los niños. De paso, se han reducido a solo 76 las preguntas o fórmulas de fe (frente a las 304 del catecismo de 1968).

El obispo de Tortosa confirmó que durante los últimos años la Iglesia ha detectado una disminución progresiva del miedo que los niños tienen al tradicional fuego y azufre del infierno. «Cada vez resulta más difícil adoctrinarlos, pues parece que sus padres no le han inculcado en casa desde pequeños el debido medio a la autoridad que tan útil nos fue en el pasado.»

La Asociación de Ateos Españoles opina que la CEE confirma así que el infierno no existe, ya que si es el sufrimiento que experimentan los hombres al estar separados de Dios, ellos «juran que dicho sufrimiento es trivialmente soportable, por inexistente». Por su parte, la Asociación de Internautas ha exigido a la CEE que aclare si en el cielo hay Internet, y qué operador presta el servicio.

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