Una candidata al ayuntamiento de Roma inunda la ciudad con fotografías de sus nalgas

Evita pegarlos en el Vaticano para «no molestar». | La Vanguardia.

La famosa actriz porno italiana y candidata al ayuntamiento de Roma Milly D'Abbraccio ha empapelado la ciudad con 7000 carteles en los que muestra su prieto trasero y anima a los electores a votar por nuevas caras bajo el lema «Ya basta con estos caras de culo» («Basta con queste facce da culo»).

D'Abbraccio concurre a las elecciones municipales que se celebran junto a las próximas generales. La actriz porno aspira a un puesto en los distritos IX y X de la capital, los barrios de Appio, Tuscolano y Cineccitta, en la lista del Partido Socialista, que presenta para alcalde al ex diputado y presidente de honor del colectivo gay Arcigay Franco Grillini. Éste afirmó que él no haría un cartel de ese estilo, pero a cambio anunció la distribución de 100.000 preservativos en las calles de la ciudad.

D'Abbraccio ha manifestado que las instituciones necesitan de «nuevas caras» y de ahí su cartel. Aunque éste no ha gustado en el Partido Socialista, D'Abbraccio dijo que lo ha pagado con su dinero «y ahora lo utilizo».

La actriz porno, que si es elegida se batirá —según dijo recientemente— por la creación de una «ciudad del amor» en Roma, participó en la pegada de carteles junto a su descubridor, Riccardo Schicchi, uno de los empresario italianos más conocido del negocio pornográfico, y dos aguerridos muchachos.

En los partidos políticos los carteles han servido como armas arrojadizas para atacar al contrario, para no romper la tradición. Luca Romagnoli, candidato del Movimiento Social-Llama Tricolor (extrema derecha), dijo hoy que viendo los carteles de la actriz porno lo mejor que pueden hacer los electores es votar a Milly D'Abbraccio en vez de a Gianni Alemanno, candidato de Silvio Berlusconi a la alcaldía de Roma.

Aunque pegaron carteles en otros barrios, la actriz dijo que han evitado la zona del Vaticano, «porque no queremos molestar». Un portavoz eclesiástico declaró que no era molestia, y que ya en tiempos de Cicciolina no supusieron problema alguno los mítines en topless de ésta en la Plaza de San Pedro.