4 de abril de 2008

Un hombre recibe mensajes SMS de su esposa muerta

La difunta fue enterrada con su teléfono móvil. | The Register, The Blackpool Gazette.

Un vecino de Lancashire (Reino Unido) cuyo hogar tiene una escalofriante reputación por sufrir poltergeists afirma estar recibiendo mensajes SMS de su esposa ya fallecida.

Frank Jones, de 59 añós, se vio obligado hace 12 años a exorcisar su residencia de Thornton después de que un malévolo espíritu apodado La Cosa, que ya había echado a una aterrorizada familia de la casa, la tomase con su familia.

En 1971, contaron los anteriores habitantes, la familia Ross, La Cosa había «tirado de las colchas mientras dormían» y también que «sintieron un olor asqueroso y algo que respiraba en sus orejas».

Jones se trasladó hace 20 años, firmemente escéptico sobre la legendaria presencia, pero «pronto cambié de opinión», cuenta. «Pensaba que se lo estaban imaginando, pero había muchos golpes y un olor a tierra en la casa. Entonces una noche estaba acostado en la cama y la habitación se llenó de neblina. Quise gritar, pero no me salían las palabras. Mi cara parecía estar paralizada. Fue demasiado para mí cuando ocurrió.»

La hija de Jones, Maureen, de 30 años, confirmó que La Cosa había abierto grifos y «saqueado» la casa. «Crees que la gente exagera hasta que lo vives. Estaba sola en casa una tarde y de pronto oí pisadas subiendo por la escalera. Fueron hasta la habitación de mi padre y entonces oí cómo se abrían todos los armarios. Sonaba como un ladrón», narró.

Solicitaron la ayuda de un exorcista de la Iglesia Espiritualista de Fleetwood, quien «limpió» el inmueble del espíritu «atrapado entre dos mundos».

La paz reinó entonces en casa de los Jones hasta hace 5 años, cuando Frank sufrió una tragedia por partida doble: la muerte de su hijo Steven, de 32 años, por un tumor cerebral, y la de su esposa Sadie, de 69 años, tres meses después por un ataque al corazón.

Jones explica: «Justo después de la muerte de Sadie volví a casa y sentí como si no quisiera entrar en ella. Tenía una llamada perdida en el móvil, pero no respondí. La llamada era del teléfono de casa, pero no había nadie en ella. Cuando entré había un olor como el de los cigarrillos que Sadie solía fumar, mezclado con su perfume.»

Jones dice que su familia ha recibido desde entonces extraños mensajes SMS que cree que son de Sadie. Frank concluye: «Siempre llevaba un móvil encima. La enterramos con su teléfono. Hemos recibido mensajes con palabras que Sadie diría pero sin número.»

La compañía telefónica declinó opinar al respecto, limitándose a señalar que las facturas eran reales y esperaba que les fueran abonadas con dinero real.

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