20 de junio de 2008

Clausura un restaurante chino tras hallar una tortuga viva en el fregadero

Intentó morderle. | InYork.

El inspector de sanidad Russell Dorm ordenó la clausura del restaurante Panda Chinese Kitchen de York (Pensilvania) tras detectar varias irregularidades, entre ellas una tortuga viva en el fregadero que intentó morderle.

«Cuando ví la tortuga, tuve que sentarme para reunir fuerzas antes de poder hablar», dijo Dorm.

Típicamente, el fregadero de un restaurante se usa para limpiar y esterilizar utensilios, ollas y sartenes. Dar cobijo a una tortuga en uno de los senos supone un riesgo de contaminación, ya que estos animales pueden portar patógenos tales como la salmonela y el E. coli, que podría provocar intoxicaciones alimentarias.

«Vi la tortuga en la calle e intenté salvarle la vida», dijo Andy Zhao, gerente del Panda Chinese Kitchen. «La puse en el fregadero. Fue error, lo reconozco.»

Además la tortuga, las infracciones constatadas en el restaurante iban desde insectos en la zona de mesas a lechuga podrida en el frigorífico. Dorm procedió a clausurar el restaurante, con una nota de 64. En York, los establecimientos empiezan con una nota de 100, restándose puntos por violaciones sanitarias. Se permite continuar la actividad con una nota igual o superior a 86.

Antes incluso de comenzar formalmente la inspección del Panda Chinese Kitchen, dijo Dorm, ya detectó suficientes violaciones para cerrarlo. Cuando llegó, advirtió se estaba usando un felpudo como cuña para mantener la puerta principal abierta, una infracción que puede permitir la presencia de insectos. En el transcurso de la inspección, descubrió que la puerta se mantenía abierta para mejorar la ventilación, ya que los filtros del sistema extractor habían acumulado tanta grasa que no funcionaban adecuadamente. «Limpiamos los extractores cada seis meses», dijo Zhao.

Dorm dice que preguntó al propietario por qué las condiciones del restaurante habían empeorado tanto. «Contestó que no eran tan malas como yo estaba señalando», explica. El inspector procedió a señalar las moscas muertas en el alféizar, zonas de manipulación de comida que no habían sido esterilizadas y agujeros en la puerta trasera. «Vi muchas moscas muertas y vivas», dice Dorm. «El restaurante estaba en una condiciones lamentables.»

Dorm dice que cursó una denuncia porque el propietario, que está certificado en prácticas de seguridad alimentaria, no demostró que hubiese formado adecuadamente a la plantilla. Esta supone la tercera denuncia contra Panda Chinese Kitchen desde 2002, y acarrea una multa de 600 $. Además, la denuncia es el primer paso para retirar la licencia de venta de alimentos.

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