16 de junio de 2008

Polémica en Argentina por un libro recomendado a escolares de primaria

En un capítulo propone a los lectores desenroscar bombillas con la boca, entre otros juegos. | El Día.

Irene Leshman de Iturria denunció que la escuela a la que asiste su hijo de diez años recomendó a los alumnos la lectura del capítulo «Juegos Peligrosos» del libro de Silvia Schujer Puro Huesos, donde se plantean entretenimientos consistentes en desenroscar una bombilla con la boca, meterse en una bañera con agua caliente varias veces o correr engripado hacia un pañuelo. Son competiciones que pierde —según el texto— quien recibe una descarga eléctrica, se ahoga o debe limpiarse la nariz con una cortina.

Las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación argentina dieron su apoyo a la docente de la Primaria N.° 16 que escogió el texto de la polémica, considerando que los juegos peligrosos que propone no inducirán a los chicos a ponerse en riesgo. Al igual que en la escuela, aclararon que el material está en clave humorística y a través del absurdo busca estimular la reflexión sobre lo que conviene evitar. A pesar de todo, le hicieron llegar su «felicitación» a la mujer que reaccionó por considerarla un buen ejemplo de lo que esperan: padres atentos al trabajo en el colegio.

Leshman de Iturria consideró al material «vacío de contenido» y alejado de los valores de su familia. Por eso, dijo que su hijo no lo leería. La directora de Educación Primaria de la Provincia, Mirta Torres, aconsejó a la mujer y al resto de los padres estar tranquilos: «ojalá la literatura tuviera tanta influencia. De hecho, las mamás leímos Caperucita Roja y no mandamos a caminar a nuestra hijas por donde hay lobos. Los chicos no se confunden», dijo. En estos y otros casos recomendó a las familias «acompañar [la lectura o consumo de otros mensajes] con la mirada crítica».

No obstante, consideró positiva la intervención de la mujer. Dijo que «le enviamos nuestra felicitación por la presencia en la escuela. Tenemos una evaluación positiva de lo que ocurrió porque añoramos los tiempos en que los papás se ocupaban mucho de lo que leían y escribían los chicos. Me parece interesante contar con padres que estén junto a los niños en la lectura.»

La funcionaria, haciendo gala de su buen talante, añadió que corresponde «una felicitación para todos» los actores de la polémica y rescató la labor de la docente, que prefirió no hablar con el diario sobre el entredicho. «Es importante tener una maestra que proponga lecturas para todo el año y una escuela que elabore un proyecto para todos los cursos. Respaldamos a la maestra para que siga proponiendo lecturas múltiples», indicó.

Torres consideró «intrascendente» al texto. «Permite conocer a la autora y a los relatos absurdos, pero no es indispensable. No es como decir “terminaron la escuela y no vieron el Quijote o el Martín Fierro”. La maestra lo tomó para trabajar el absurdo y ver, por ejemplo, qué cosas hacer con una enfermedad, que es justo lo contrario a lo que plantea el texto.»

«Me parece que la mamá reaccionó con temor ante la posibilidad de que sea malo para los chicos», dijo Torres y aclaró que «los chicos son inteligentes. Todos saben que no pueden desenroscar una lámpara con la boca. El ejemplo no me gusta, pero no me parece que sea peligroso», concluyó. El material ya se leyó y los chicos trabajaron el mensaje: «se comentó por el absurdo y que nadie haría eso», aseguró la funcionaria.

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