29 de abril de 2008

Concluyen que un mal jefe aumenta el riesgo de que los trabajadores sufran estrés o hipertensión

Sorprendentemente, también influyen en el rendimiento laboral la escasez de ejercicio físico, la mala alimentación y la falta de sueño. | ABC.

El psicólogo y asesor de recursos humanos estadounidense Kenneth Nowack he expuesto en el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid las conclusiones de sus investigaciones, entre las que destaca el hallazgo de que los trabajadores a las órdenes de líderes emocionalmente más inteligentes son más efectivos, más productivos y gozan de mejor salud que los que tienen jefes «mediocres», quienes pueden provocar, además de estrés laboral, mayor riesgo de padecer hipertensión o un ataque al corazón.

Para Nowack, miembro del consorcio para la investigación de la inteligencia emocional cuyo referente es el investigador Daniel Goleman, existe una íntima relación entre la salud de los trabajadores, en concreto el estrés laboral, y los buenos resultados en el desempeño de su empleo. «Los trabajadores con un estrés prolongado causan más bajas en la empresa y una menor productividad», ha destacado Nowack, quien atribuye este estrés, entre otras razones, a los líderes «inadecuados».

En su opinión, los líderes de las empresas y su inteligencia emocional tienen un «gran impacto» en la productividad y la satisfacción, al tiempo que consiguen aumentar el riesgo de retención de sus empleados en la compañía. Estos empleados son también «más competentes y reflejan un menor estrés laboral», al contrario que los que están dirigidos por un jefe «más pobre» y que confiesan su intención de abandonar la empresa en el próximo año.

«Hay líderes naturales que mantienen a sus empleados en una actitud activa», ha añadido Nowack, quien ha apuntado que un nuevo ámbito de la investigación podría establecer si existe «una biología del liderazgo». En esta línea ha explicado que existe una hormona, la oxitocina, más abundante en las mujeres que tienen hijos y que fomenta la participación, la sociabilidad y el trabajo en equipo.

Según Nowack existen también otros factores tales como la escasez de ejercicio físico, una mala alimentación, las relaciones laborales o el sueño que influyen en el estrés y la pérdida de productividad. «Si duermes dos horas menos de las que necesitas tu capacidad de concentración y trabajo empeora considerablemente», ha asegurado.

Para predecir y medir estos riesgos, Nowack ha presentado el Stress-Scan, una herramienta a través de la cual se puede evaluar el bienestar en lo que a salud se refiere. Con este instrumento y la respuesta a más de un centenar de preguntas, ha indicado Nowack, se pueden conocer multitud de aspectos de nuestro propio comportamiento.

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