Un cirujano plástico de Bal Harbour (Florida) ha escrito el libro My Beautiful Mommy (‘Mi guapa mamá’, Big Tent Books, 19,95 $), que explica las intervenciones estéticas a los niños en edad escolar. La trama se centra en una niña pequeña abrazada a su oso de peluche cuya madre está a punto de someterse a una rinoplastia y una abdominoplastia. En el libro, la madre le dice a su hija: «Ya ves, como me hago vieja, mi cuerpo se ensancha y ya no quepo en mi ropa. El Dr. Michael va a arreglarlo y hacerme sentir mejor.»El Dr. Michael es el autor del libro, Michael Salzhauer, quien dice que la mayoría de sus pacientes son madres jóvenes que demanda varias intervenciones (abdominoplastias y mastopexias, entre otras), lo que él llama «la reconstrucción de mamá». Slazhauer dice que el libro no busca ensalzar la cirugía plásica, sino despejar los miedos de los niños sobre la hospitalización y la recuperación postoperatoria de sus padres. «Los niños tienden a asociar las visitas al médico con la enfermedad», dijo el Dr. Salzhauer, padre de cuatro hijos. «Vienen con una expresión de perplejidad en la cara y hacen preguntas como “¿Mamá se va a morir?”»
Paul Lorenc, un cirujano plástico de Park Avenue, dice que su pacientes son hoy mucho más jóvenes que cuando empezó a operar hace 19 años. Entonces la mayoría de ellas contaban con unos 60 años, pero ahora suelen estar en los 30 o 40. De los 11,7 millones de personas (la mayoría mujeres) que se sometieron a intervenciones estéticas el año pasado en Estados Unidos, cerca del 70% tenía menos de 50 años, según la Sociedad Americana para la Cirugía Plástica Estética. Por ello, el Dr. Lorenc dice que ve muchas madres queriendo hablar sobre la cirugía plástica con sus hijo. Lorenc anima a los padres a explicar a sus hijos el impacto que tendrá la intervención sobre su aspecto. Sin embargo, es difícil dar explicaciones racionales a los niños pequeños.
Stephanie Kaster, de 39 años y madre de tres hijos, se ha sometido a una liposucción y una reducción de pecho. «Le digo a mis hijos: “Bob el constructor arregla edificios, y hay un médico que arregla partes de mamá”.» Kaster dice que la próxima vez que tenga que responder a una pregunta de su hija de 6 años sobre las cicatrices o similar, consultará el libro.
Tras hojear el manuscrito ilustrado de My Beautiful Mommy, Dennis Gault, de 42 años, profesor de escuela primaria y padre de una hija de 9 años, dijo: «Estoy preocupado de que promueva los valores equivocados. Quiero transmitir los valores de compasión y empatía. Quiero que mi hija piensa sobre problemas globales, no sobre si su tripa es lo suficientemente plana.» Su esposa, Yachiyo Gault, de 40 años, dijo que los padres deberían pensarlo dos veces y quizá consultar a un profesional de la salud mental, antes de someterse a cirugía estética. «Especialmente si tienes un hijo pequeño: podrías enviarle un mensaje negativo sobre envejercer y hacerse adulto», dijo.
Alison Brown, una psicóloga clínica del Upper West Side practice, dijo que es importante que los padres que vayan a hacerse un retoque respondan las preguntas ansiosas de sus hijos sobre la cirugía. Pero el libro del Dr. Salzhauer va un paso más allá, mostrando a una madre que surge como una mariposa de un capullo de vendas, según Ms. Brown, que se especializa en desórdenes alimenticios. «Es un enfoque simplista que establece que más guapo es lo mismo que mejor», dijo.
Enseñar a los niños sobre la cirugía plástica transmite la noción de que permanecer guapo exige someterse a procedimientos radicales y dolorosos, dijo Ms. Brown. Aludió a la historia de una paciente adolescente cuya madre, operada, la animaba a someterse a cirugía plástica facial y a una liposucción. «Esto afectaba a mi paciente, que sentía que su madre no podía tolerarla.»
Shannon McCue, residente en TriBeCa, dijo que espera que la cirugía plástica estuviese menos extendida cuando su hija de 6 meses creciera. «Con suerte la próxima generación se rebelará contra todo esto», dijo.
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