Su obesidad no le impidió delinquir, sin embargo. | 20minutos.
Un hombre se ha librado de la cárcel al ser considerado «demasiado obeso» para ser encarcelado, dándosele una condena alternativa. De esta forma, Claude Jackson cumple actualmente una condena que le obliga a realizar trabajos sociales a la comunidad tras ser acusado de romper un cristal sobre la cabeza de otro hombre en un bar de la localidad de Shepparton (Australia) el pasado enero de 2007.
La víctima, Tim Kirkman, sufrió una herida de cuatro centímetros en su cuello durante el incidente, requiriendo de tratamiento hospitalario para evitar desangrarse. Un informe médico enviado al Juzgado comarcal aseguró que Jackson, con un peso de 190 kilogramos, había sufrido tres infartos a lo largo de su vida, además de artritis, apnea del sueño y otras dolencias relacionadas con su envergadura.
El informe señaló además que el acusado, que en un momento de su vida llegó a pesar hasta 234 kilogramos, padece obesidad mórbida, por lo que advertía que su estancia en prisión «crearía grandes problemas» para su salud.
El fallo judicial ha supuesto un aumento del 30% en la afluencia de delincuentes habituales a los restaurantes de comida rápida.
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