La demanda social crece incesantemente. | New York Times.
Las personas afectadas de ansiedad por el cambio climático están de enahorabuena, pues un pequeño pero creciente número de psicoterapeutas ha empezado a ofertar un tratamiendo diseñado para reducir sus preocupaciones además de sus emisiones de CO2: la ecopsicología. Esta palabra fue popularizada a principios de la década de 1990 por, entre otros, el crítico social Theodore Roszak, quien escribió dos libros que exploraban el vínculo entre la salud mental y la ecológica.
Como los terapeutas tradicionales, los ecopsicólogos examinan las interacciones personales y los sistemas familiares, mientras también animan a los pacientes a desarrollar una relación sana con la naturaleza. «El calentamiento global ha añadido una capa adicional de ansiedad a la que la gente ya sufre», dijo Sandy Shulmire de Portland (Oregón), una ecopsicóloga.
Los ecopsicólogos usan varias técnicas, como animar a los pacientes agobiados a pasar más tiempo al aire libre y explorar cómo su educación y familia influyen en su actitud con la naturaleza. Algunos proponen estrategias para la eco-ansiedad en sesiones privadas o en grupos de trabajo. Más de 120 terapeutas aparecen inscritos en el sitio web de la Comunidad Internacional para la Ecopsicología, ofreciendo varias universidades estadounidenses y europeas cursos sobre la materia.
La ecopsicología carece aún de revista científica y de una figura como Freud que desarrolle completamente su teoría. Por el momento, la Asociación Psicológica Americana se declara neutral sobre ella. «Es un campo de estudio emergente, y en efecto lo estamos siguiendo», dijo Kim Mills, una portavoz de la asociación.
Algunos psicólogos se muestran escépticos sobre los beneficios de la ecopsicología. «Si el paciente tiene un desorden de ansiedad generalizado, va a estar preocupado por casi cualquier cosa», dijo el Dr. Scott O. Lilienfeld, profesor de psicología en la Universidad Emory de Atlanta. «¿Son pues las preocupaciones sobre el calentamiento global solo una pieza del elefante? Los terapeutas tienen que tener cuidado al centrarse excesivamente en un problema psicológico.»
Pero la ecopsicología puede ayudar a los pacientes a aceptar sus sentimiendos sobre la naturaleza, dijo Thomas Doherty, que imparte un curso introductorio a la materia en el Lewis & Clark College de Portland. El Dr. Doherty aconseja a los pacientes con ansiedad sobre el calentamiento global a reconocer su preocupación por el cambio climático y aceptar los límites de los que pueden controlar. Él recomienda «ayunos» de compras, noticias y correo electrónica, además de cultivar hábitos más tranquilos como la meditación o la jardinería.
Desde que participó en el curso de ecopsicología del Dr. Doherty el pasado otoño, Angeline Tiamson, se ha embarcado en una nueva forma de pensar. Cuando está en el campus, pasea despacio bajo el viejo nogal negro del jardín, una técnica que aprendió durante los ejercicios del curso. Se sienta allí durante varios minutos, sin iPod, teléfono móvil ni ordenador portátil. Frota su mano contra la corteza, y olisquea las cáscaras dejadas por las ardillas. «No puedes tener una buena relación con algo si sientes miedo o culpa», dice Tiamson. «Primero tienes que amarlo.»
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